La compra de una casa siempre es una inversión a largo plazo, pero eso no significa que siempre tengas que vivir en la misma casa o departamento, ya que existen a lo largo de nuestra vida diferentes necesidades que satisfacer. De hecho, de acuerdo con la Comisión Nacional de Población hay una creciente tendencia a la migración interna en el país ligada a la actividad económica o a acercarse a la zona de trabajo dentro de la misma ciudad para mejorar la calidad de vida. 

Por una razón u otra, los compradores de vivienda están menos apegados a vivir en la misma casa o departamento toda su vida, y pueden distinguirse algunos momentos importantes de compra impulsados por el tipo de familia, sus necesidades y el poder adquisitivo con el que cuentan. 

Los 11 tipos de familia que existen en México son: 

Papá, mamá y niños (25.8%) 

Madre sola con hijos (16.8%) 

Papá, mamá y jóvenes (14.6%) 

Familia reconstituida (11.1%) 

Familia Unipersonal, hombres o mujeres que viven solos (11.1%) 

Pareja, hijos y otros parientes (9.6%) 

Pareja sin hijos (4.7%) 

Co-residentes, personas que viven en una misma vivienda, aunque no constituyen una familia nuclear o están ligados familiarmente (4.1%) 

Padre solo con hijos (2.8%) 

Pareja del mismo sexo (0.6%) 

Nido vacío, padres cuyos hijos se han marchado ya del hogar (6.2%) 

 

Por otra parte, podemos distinguir 4 momentos de compra principales: 

Primeros compradores: Son los que compran una primera vivienda independientemente del tipo de familia que tengan. 

Compradores en crecimiento: Parejas que piensan formar una familia o que ya tienen hijos y que tienen la necesidad de vivir en un espacio con mayor número de metros cuadrados y recámaras. En algunos casos estos compradores cuentan ya con una vivienda que pueden vender, aunque no hayan terminado de pagarla, o han ahorrado por más tiempo para dar el enganche. 

Compradores consolidados: Compradores con mayor poder adquisitivo que buscar una vivienda mejor ubicada, más grande y con más comodidades. También pueden ser compradores de una segunda vivienda fuera de la ciudad para disfrutar los fines de semana o vacaciones. 

Pequeño inversor: Aquel que ve los bienes raíces como una fuente de ahorro e inversión, generalmente compran una propiedad para rentar. 

Compradores maduros: Los que están buscando una vivienda de menor tamaño, pues con la independencia de los hijos no requieren de tanto espacio. Esta reducción de la vivienda permite ahorrar en el mantenimiento del inmueble y utilizar el dinero en otro tipo de inversión o para el retiro. 

 

 Fuente: tinsamexico.mx